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Prevenir el cáncer de colon: estrategias de prevención y cribado

El cáncer de colon es uno de los tipos de cáncer más frecuentes a nivel mundial, y su incidencia ha aumentado en los últimos años debido a diversos factores como los cambios en el estilo de vida y la alimentación. La buena noticia es que, con medidas adecuadas de prevención y cribado, es posible reducir significativamente el riesgo de desarrollarlo o detectarlo a tiempo, aumentando las probabilidades de tratamiento exitoso y recuperación. A continuación, exploraremos estrategias clave de prevención primaria, la importancia del cribado y los métodos de detección disponibles.

Prevención primaria: hábitos saludables para reducir el riesgo

La prevención primaria se enfoca en modificar factores de riesgo que pueden estar asociados al desarrollo del cáncer de colon. Aunque no se puede eliminar completamente la posibilidad de desarrollarlo, adoptar hábitos saludables puede reducir el riesgo significativamente. Aquí algunos factores clave:

  1. Alimentación balanceada y rica en fibra: La dieta juega un papel crucial en la prevención. Se ha comprobado que una alimentación rica en frutas, verduras, granos integrales y fibra contribuye a mantener un colon saludable y reduce el riesgo de cáncer. La fibra ayuda a mejorar el tránsito intestinal, lo que facilita la eliminación de sustancias potencialmente dañinas para la mucosa del colon. Evitar carnes rojas y procesadas en exceso, así como alimentos ricos en grasas saturadas, también es importante, ya que el consumo elevado de estos alimentos está relacionado con un mayor riesgo.
  2. Actividad física regular: Mantenerse físicamente activo no solo ayuda a controlar el peso, sino que también se asocia con una reducción del riesgo de diversos tipos de cáncer, incluido el de colon. Se recomienda al menos 30 minutos de actividad física moderada al día, como caminar, nadar o andar en bicicleta.
  3. Evitar el tabaco y moderar el alcohol: El consumo de tabaco y alcohol se asocia con un mayor riesgo de varios tipos de cáncer, incluido el de colon. El tabaco contiene sustancias químicas que pueden dañar el ADN celular, mientras que el alcohol en exceso puede causar inflamación y otros efectos nocivos en el sistema digestivo. Reducir o eliminar estos hábitos es un paso esencial en la prevención del cáncer.
  4. Controlar el peso: El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo significativos para el cáncer de colon, por lo que mantener un peso saludable es una medida preventiva importante. La acumulación de grasa corporal, especialmente en la zona abdominal, está relacionada con un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad.

Prevención secundaria: cribado y detección temprana

La prevención secundaria tiene como objetivo la detección temprana de cambios en el colon que pueden preceder al cáncer, como los pólipos, que son pequeñas formaciones en la mucosa del colon que pueden transformarse en cáncer si no se tratan a tiempo. La detección precoz permite actuar de manera oportuna y mejorar las probabilidades de éxito en el tratamiento. Las pruebas de cribado recomendadas incluyen:

  1. Colonoscopia: Es la prueba más completa y efectiva para detectar lesiones en el colon. En este procedimiento, se utiliza un tubo flexible con una cámara para examinar el colon y recto, permitiendo la detección y extracción de pólipos durante la misma exploración. Aunque puede resultar incómoda, la colonoscopia es fundamental para detectar cambios en el colon de manera temprana y es recomendable a partir de los 50 años o antes si hay antecedentes familiares.
  2. Test de sangre oculta en heces (TSOH): Es una prueba menos invasiva que permite detectar trazas de sangre en las heces, que pueden ser indicativas de la presencia de pólipos o cáncer. Es sencilla, se puede realizar en casa y es recomendada anualmente para personas con riesgo moderado. Aunque es menos precisa que la colonoscopia, el TSOH es útil como primera línea de cribado en pacientes que prefieren evitar métodos invasivos o cuando no existen síntomas evidentes.
  3. Pruebas genéticas: En casos de antecedentes familiares fuertes o sospecha de síndromes hereditarios, como el síndrome de Lynch, se pueden realizar estudios genéticos para identificar la predisposición hereditaria. Esta información permite planificar estrategias de prevención personalizadas y cribado más temprano.

 

¿Cuándo y cómo realizarse las pruebas de cribado?

La edad y frecuencia de las pruebas de cribado pueden variar dependiendo del riesgo personal. En general, se recomienda comenzar con el cribado a partir de los 50 años, aunque aquellas personas con antecedentes familiares de cáncer de colon o síndromes hereditarios deben iniciar antes. Además, cualquier persona que experimente síntomas como cambios en el hábito intestinal, sangre en las heces, dolor abdominal persistente o pérdida de peso sin causa aparente, debe consultar a su médico, sin importar su edad.

La combinación de prevención primaria con un cribado adecuado es la mejor estrategia para prevenir el cáncer de colon o detectarlo en una etapa temprana. Recuerda que estos chequeos regulares no solo ayudan a identificar posibles problemas a tiempo, sino que también son una oportunidad para tomar el control de tu salud. 

Conclusión 

Cuidar de tu salud intestinal y adoptar un estilo de vida saludable puede marcar una gran diferencia. La prevención es nuestra mejor aliada para reducir el riesgo de cáncer de colon. Consulta con tu médico, realiza chequeos periódicos y, sobre todo, ¡toma decisiones saludables todos los días!