Desde la publicación del Documento de Consenso del NIH sobre la cirugía gastrointestinal para la obesidad severa en 1991, el conocimiento de la obesidad y de la cirugía bariátrica y metabólica (CBM) ha experimentado un avance significativo, basado en la vasta experiencia clínica e investigación acumuladas a lo largo de los años posteriores.
Los resultados a largo plazo de la CBM han demostrado consistentemente su seguridad, eficacia y durabilidad en el tratamiento de la obesidad severa y sus comorbilidades. Además, se ha observado una reducción en la mortalidad en comparación con tratamientos no quirúrgicos.
Según las nuevas indicaciones, se recomienda la CBM a individuos con un índice de masa corporal (IMC) igual o superior a 35 kg/m², independientemente de la presencia, ausencia o severidad de las comorbilidades. También se recomienda la CBM para pacientes con diabetes tipo 2 (DM2) y un IMC igual o superior a 30 kg/m².
Además, se debe considerar la CBM para pacientes con un IMC entre 30 y 35 kg/m² que no logren una pérdida de peso suficiente o mantenida, o mejoría en sus comorbilidades después de tratamientos no quirúrgicos.
Es importante tener en cuenta que los límites de IMC pueden variar según las poblaciones. Por ejemplo, la obesidad clínica en la población asiática se acepta con un IMC superior a 25 kg/m². Por lo tanto, el acceso a la CBM no debe negarse en función de los límites tradicionales de IMC según las zonas geográficas.
No existe un límite de edad superior para la CBM. Los individuos ancianos que puedan beneficiarse de la CBM deben ser considerados después de una evaluación cuidadosa de sus comorbilidades y fragilidad.
Los pacientes seleccionados que se consideren de alto riesgo para la cirugía general pueden beneficiarse de la CBM. Esto también se aplica a adolescentes y niños con un IMC superior al 120% del percentil 95 y comorbilidades mayores, o un IMC superior al 140% del percentil 95, después de una evaluación realizada por un equipo multidisciplinario en un centro especializado.
Además, la CBM se considera un tratamiento efectivo para pacientes con obesidad clínicamente severa que requieren otro tipo de cirugía, como artroplastia, reparación de hernias de pared o trasplante de órganos.
Se recomienda la consulta con un equipo multidisciplinario para tratar los factores de riesgo modificables y reducir el riesgo de complicaciones postoperatorias, con el fin de mejorar los resultados de la cirugía. Sin embargo, la última decisión sobre la preparación para la cirugía debe tomarla el cirujano.