La diástasis de los rectos, también conocida como separación de los músculos abdominales, es una condición común en la que los músculos rectos del abdomen se separan debido a la debilidad o el estiramiento de la línea alba, la banda de tejido conectivo que une estos músculos en el centro del abdomen. Esta separación puede ocurrir durante el embarazo, el parto, el levantamiento de objetos pesados, la obesidad o simplemente como parte del proceso natural de envejecimiento.
Síntomas:
- Abultamiento o protuberancia en el área abdominal, especialmente al realizar ciertos movimientos como sentarse o levantarse.
- Dolor lumbar o en la pelvis.
- Debilidad en el núcleo y dificultad para realizar ciertos ejercicios abdominales.
Diagnóstico: El diagnóstico de la diástasis de los rectos generalmente se realiza mediante un examen físico realizado por un médico. Durante este examen, el médico puede palpar la separación de los músculos abdominales y evaluar la amplitud de la separación.
DIFERENCIA HERNIA Y DIASTASIS
La diferencia es que en la hernia hay un orificio herniario, un defecto «agujero» en los músculos abdominales y en la diástasis no.
Por lo tanto, la hernia puede dar más problemas que la diástasis y necesita cirugía para repararla con malla en la mayoría de los casos, ya que la malla conlleva menos posibilidad de recaída. La hernia suele provocar dolor, tiene tendencia a ir creciendo con el tiempo y no se va a solucionar sin cirugía. También puede dar problemas de estrangulación y entonces precisar una cirugía urgente para evitar una complicación grave como una peritonitis.
La diástasis no tiene agujero, por la tanto no puede estrangularse. A veces puede solucionarse con fisioterapia, también puede provocar dolor o molestias, pero con menos frecuencia que la hernia. Se relaciona a veces con un problema más estético, pero también puede afectar a la dinámica de la musculatura abdominal provocando que los esfuerzos no sean efectivos.
El Dr. Jose Luis Guerrero Ramírez nos comenta que la evaluación por parte de cirujano especializado es esencial para confirmar el diagnóstico y determinar el tratamiento adecuado
Tratamiento: El tratamiento de la diástasis de los rectos puede variar según la gravedad de la condición y los síntomas del paciente. Las opciones de tratamiento pueden incluir ejercicios específicos para fortalecer los músculos abdominales, el uso de fajas abdominales para brindar soporte adicional, y en algunos casos, la cirugía.
La cirugía está indicada cuando el paciente tiene molestias, dolor o una hernia asociada.
En el caso de que exista exceso de piel se puede asociar una abdominoplastia realizando la cirugía a través de una incisión suprapúbica que quedará oculta, parecida a la de las cesáreas solucionando ambos problemas por el mismo acceso.
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO:
Existen varias posibilidades que se refieren a continuación:
– REPARACIÓN ENDOSCÓPICA (REPA)
La reparación preaponeurótica por vía endoscópica consiste en la reparación de la diástasis de rectos mediante cirugía mínimamente invasiva y minimizando las cicatrices con 3 pequeñas incisiones suprapúbicas. Se diseca el espacio subcutáneo con CO2 para poder así acceder a toda la pared abdominal y suturar la diástasis de rectos aproximando los músculos rectos del abdomen en la línea media, reforzando esta reparación con una malla.
– REPARACION CON ABDOMINOPLASTIA
Reparación conjunta de cirujanos generales y plásticos). Mediante una incisión horizontal sobre el pubis ampliada (como la de la cesárea, pero más larga) se levanta la piel y tejido celular subcutáneo, para exponer la diástasis que se corrige, y posteriormente se tensa la piel, de manera que la que está sobre el ombligo llegará sobre el pubis. Toda la piel desde el ombligo al pubis se extirpa, y el ombligo, bien se saca por un orificio nuevo a medio camino entre el pubis y el esternón, o bien se reconstruye.
POSTOPERATORIO
El primer día del postoperatorio puede sentir algo de dolor al moverse o levantarse de la cama.
Llevará un drenaje subcutáneo que se suele retirar el primer o segundo día de la cirugía.
Se podrá ir a casa a las 24-48 horas de la cirugía.
Hay que llevar la faja elástica 24/7 al menos durante un mes para reducir el riesgo de seroma. El seroma es líquido reactivo que se puede acumular debajo de la piel.
Una vez en casa, tomando los calmantes durante 4-5 días, el dolor suele ser controlado.
Conviene hacer reposo de esfuerzos físicos durante un mes.